Desde pequeños hemos oído continuamente que contar ovejas nos ayudará a conciliar el sueño.
La Universidad de Oxford se puso manos a la obra y decidió comprobar si la antigua historia es cierta pidiendo a 50 insomnes que realizaran distintas técnicas. Los del primer grupo utilizaron escenas relajantes como la playa, el mar o la hierba, los del segundo grupo contaron ovejas y los terceros no hicieron nada especial.

Finalmente resultó que los primeros pudieron dormir 20 minutos antes de lo habitual, mientras que los otros no consiguieron ningún progreso.
Las razón es que utilizar imágenes relajantes nos mantiene con la mente mucho más ocupada que estar contando ovejas sin cesar. Así que ya sabéis, si sufrís problemas de insomnio podéis probar escuchando sonidos de la naturaleza, a ver si resulta.

Aún así tengo bastante curiosidad por un par de cosas:
La primera saber cómo algo tan antiguo e insignificante pudo llegar con tanta fuerza a nuestros días, y la segunda... ¿es a esto a lo que se dedica la prestigiosa Universidad de Oxford actualmente?

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