Hoy ha ocurrido algo inesperado en los Juegos Olímpicos.
El cubano Ángel Matos se enfrentaba al kazajo Arman Chilmanov en taekwondo por la medalla de bronce. Durante la lucha el cubano tuvo que ser atendido por una lesión que sufrió en el pie cuando iba ganando 3-2, y, cuando los médicos habían terminado aparentemente su labor y el luchador estaba a punto de regresar a la competición, el árbitro decidió dar la lucha terminada a favor del kazajo por haber tardado demasiado. En ese preciso instante todos los responsables del cubano protestaron la decisión arbitraria, hasta que el luchador decidió tomar la justicia por su mano y lanzó una patada en la cara del árbitro que, mareado, consiguió salir del tatami. También intentó pegar a otros comisarios que intentaban pararle.

La sanción para Ángel Matos será prohibirle a él y a su entrenador la participación en todas las competiciónes oficiales de Taekwondo de por vida. ¿Suficiente?

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