LINEALIBRE

¿Por qué tenemos que engañarnos? Las películas españolas son malas, muy malas, aunque hay honrosas excepciones.
La mayoría de éstos largometrajes no valen para nada el dinero que se invierte en ellos, que casi nunca es recuperable, pero aún así seguimos haciendo todo lo posible para que la industria cinematográfica del país siga a flote.
Con este oscuro "panorama" nace una película titulada "Mentiras y gordas", donde encontramos a actores tan famosos como Mario Casas, Hugo Silva, Ana de Armas, Alejo Sauras, Ana María Polvorosa... vamos, los típicos intérpretes noveles que podemos ver en series como "Física o Química", "El internado" o "Aída".

En los primeros 30 minutos del filme (lo que he podido aguantar sin vomitar ante tal bodrio), se pueden ver más escenas de sexo que en una película porno, sin exagerar. Gente que se mete cocaína, heroína y todo lo imaginable. Culos que salen en la pantalla sin motivo alguno y escenas pornográficas sin ton ni son es lo único que se puede sacar en claro de la película. No tiene guión.

Ante tal desparrame, todos pensaréis que la aceptación del público no debería de ser muy buena... pues nada más lejos de la realidad, ha batido récords en taquilla...
La fórmula ha funcionado y los adolescentes hiperhormonados han tenido el valor de pagar los 7€ del cine para ir a ver a sus actores preferidos ligeros o sin ningún tipo de ropa encima... hace falta tener valor.

Pero la cosa no acaba ahí, y es que una de las guionistas de semejante porquería es nuestra gran amada y querida ministra de cultura:
"Ángeles González-Sinde", que hoy ha sido denunciada por la organización internauta al aumentar las ayudas económicas al cine.
Ésta señora nos acusaba a nosotros, los internautas, de ser la principal causa de hundimiento de la cultura en España... hay que "joerse".
¿De verdad pretende salvar a la industria con semejante pedazo de porquería?
Por mi parte, la película no la he ido a ver al cine, sino que me la he descargado (sólo para poder criticarla con conocimiento de causa, que conste).
Sí, soy un pirata y debería de ir a la cárcel por ello, ya que estoy matando el gran cine nacional.