Cuando llevamos un tiempo metidos dentro del agua notamos como los dedos de las manos se nos van arrugando poco a poco a pesar de que la piel de nuestro cuerpo sigue sin variar. ¿Por qué pasa?.
Parece ser que la respuesta reside en que la piel está formada por dos capas principales: La dermis y la epidermis. Las dos están juntas, aunque hay un pequeño espacio entre ellas; por eso cuando nos metemos en el agua los dedos la absorven, y este pequeño espacio se hace más grande, lo que provoca que se formen surcos en la piel.

Al salir de la bañera siempre se recomienda echar distintos tipos de geles para que la piel se vuelva a hidratar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena entrada Darío, muy interesante. Sin embargo, opino que "Somos la leche" tenía que haber ganado el concurso de las empresas lácteas... pero bueno, es tan sólo una opinión de entre tantas.También considero menester mencionar el hecho de que el examen de física me salió sinceramente penoso, pero en fin, que esto quede entre tu y yo. Sin más dilación, simplemente te deseo mucha suerte con el blog, ten cuidado con el turrón y con el champán. Feliz Navidad 1997